
Las imágenes de corazones con alas que describiremos en detalle a continuación son extremadamente románticas, ideales para enviar a la persona amada en una ocasión especial, como puede ser un cumpleaños, un aniversario, o incluso un día cualquiera, como un hermoso recordatorio de nuestros más fuertes sentimientos. Todas ellas tienen el elemento de un corazón alado en común que, según algunas leyendas (como la famosa leyenda del mítico indio “Corazón Alado”, que podía saber, sanar y volar, además de hablar con los dioses y con los astros), simboliza el poder de sanar, la necesidad de buscar la Luz Divina, el anhelo por conocer el significado de la vida y la iluminación que viene del sol.
En la primera imagen, entonces, observamos un corazón rojo, de curvas bien marcadas. Ambas alas son de plumas blancas, al igual que el fondo, y están desplegadas en el aire, una a cada lado de dicho corazón.
Ahora bien, en la segunda, se repite el mismo motivo que en la anterior. En esta oportunidad, las alas son de un color rojo furioso y, aunque siguen estando hechas principalmente de plumas, éstas son más artísticas y parecen más arqueadas hacia abajo.
A continuación, la tercera ilustración incorpora una mayor cantidad de elementos para lograr un efecto total importante. Para empezar, debemos destacar que el fondo es de distintos tonos de gris, desde el más oscuro en los extremos hasta el más claro en el centro. Además de alas blancas, el corazón rojo está rodeado por pequeñas estrellas carmesí, brillos, lunares, firuletes y demás detalles en blanco y en gris.
La cuarta imagen puede, definitivamente, recibir la característica de gótica. Con brillos en la punta, el corazón de turno está encerrado con unas puntiagudas y amenazantes espinas. Es el único que observamos de perfil. Por encima, cuenta con una refulgente aureola, como la de un ángel. Las alas grises y también negras en algunos sectores (al igual que el fondo de la imagen), están bien marcadas.
Finalmente, en la última, se muestra un corazón de menor tamaño, de color dorado, muy fino y sofisticado. El centro pareciera estar relleno de una deliciosa y cremosa miel. En su centro, del que salen unos poéticos rayos de luz, figura un terrible escorpión negro (no por pequeño, menos letal). Esta vez, las alas son muy similares a las de una lechuza o un búho, en los mismos usuales colores tierra, desde marrón hasta blanco.